lunes, 9 de mayo de 2011

¿Que si te extraño?

¿Que si te extraño?
¡Mucho!

No sabes cuántos días y noches te he añorado,
tantas alegrías y sinsabores que he deseado compartir contigo,
tantos sueños y esperanzas, desvelos y tragedias, tanto de mi.

Saber qué es de tí, la mujer que me llevó en sus entrañas y en su regazo,
la mujer que en su lucha diaria prefirió el dolor al placer por verme sonreír.
La mujer que un día decidió volver a serlo!

La vida y la soberbia nos separó, nos juzgamos e hicimos daño,
tú hiciste tu vida aparte y dejé de ser parte de tu mundo, de tu realidad.
Yo me hice el fuerte, me envolví en el manto del dolor y la tristeza,
no quise molestarte con mis penas y con ellas me hundí y perdí valor.

Me has hecho falta y creo que yo a ti también y aunque la distancia nos mantiene
separados y sin saber ciencia cierta de nosotros, te extraño.

Si Dios me lo permite, estaré postrado ante ti para decirte:

Mami, perdóname por todo, he sido vil, te he juzgado.
Mami, te extraño.
Mami, te amo.

sábado, 16 de abril de 2011

Perdón

Qué sencilla palabra y qué difícil ponerla en práctica. Más aún, no necesitarla.

He comprendido que el perdón es como una píldora de mejora para un síntoma de una enfermedad mucho más profunda, la soberbia!

Cuando tenemos la necesidad de perdonar es porque hemos juzgado, nos hemos dejado agredir por nosotros mismos con palabras o actos ejecutados por otros, porque hemos acomodado las circunstancias para tener el "derecho" de juzgar por las circunstancias que nosotros mismos provocamos. La falta de perdón o resentimiento solamente me pesa a mi mismo, va llenando mi corazón de dudas por los juicios emitidos; prefiero seguir llenando mi equipaje para cuando vaya a otro sol, solamente de amor.

Somos cobardes y dejamos de reconocer que nuestro presente es solamente el resultado de nuestras decisiones, de lo que nosotros mismos permitimos y causamos.

Somos lo que pensamos y sentimos,  en consecuencia nuestro egoísmo nos lleva a generar expectativas hacia las circunstancias y a las demás personas de acuerdo a nuestra conveniencia personal.

Ahora que me ha quedado claro, que la luz divina me ha iluminado, he llegado a una conclusión. Jamás volveré a necesitar perdonar a nadie, en lugar de ello dejaré de juzgar y permitir que la soberbia se apodere de mi corazón.

De igual manera me he "perdonado" al reconocerme como un ser humano imperfecto y en el camino continuo del crecimeinto espiritual y emocional.

Recibe todas las circunstancias de tu vida en el filtro del amor, verás que el punto de vista cambiará drásticamente. Si sientes que aún tienes que perdonar, analiza con cuidado, lo más probables es que estés juzgando y eso, es la mejor manera de destruír un presente que solamente depende de nosotros hacer maravilloso!

Con todo mi amor!

viernes, 21 de enero de 2011

El amor nos hizo uno

En el mas majestuoso de mis sueños
estuviste conmigo
sin decir palabras, solamente conmigo
sin cerrar tus ojos, solamente conmigo
brindándome tus besos, solamente conmigo

Y en aquel maravilloso sueño
nos sustrajimos por instantes de la vida
caminando juntos el camino,
la pasión hizo de nosotros, solo uno.

Hubo algunas palabras, muchas miradas, caricias y besos
hubo miel y muchos bellos sucesos.

Y no te hice el amor,
no me hiciste tu el amor,
no nos hicimos el amor,
fue el amor quien nos hizo uno!