jueves, 2 de diciembre de 2010

Piel y Alma Conjugadas

¿De qué me serviría tener tu piel sin tener tu alma?

¿Será lo mismo tener tu alma sin tener tu piel?

¡Cómo me gustaría tenerte conjugada!

Y así conjugar nuestras pieles y nuestras almas,
perdernos en el mar de las sensaciones,
naufragar en el océano de nuestro amor,
en la tibieza de tus caricias y hacer tu cuerpo mio y por supuesto, mi cuerpo tuyo.

Que mi cuerpo sea tu tormenta y tu paz,
que mis manos sean tu desesperación y tu calma,
que tu cuerpo descanse entre mis brazos y mi alma.

Y nos hagamos dormir y soñar juntos,
con nuestros cuerpos, nuestra piel y nuestras almas,
en conjugación de un presente perfecto!

Es cuestión de tiempo...

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